Anoche y nuevamente una oportunidad más para agradecer tapping en mi vida, no sólo en no profesional sino en lo personal.

EFT llegó a mi vida cuando estaba embarazada de mi primer hijo Hace 13 años. Con EFT transite me embarazo y el parto de mi hijo, me acompañó durante sus primeras pesadillas de niño y también ayudó a mi hijo a transitar el nacimiento de su hermano, sus inseguridades y sus celos.

EFT los acompañó para mudarnos de país , e incluso para transitar la muerte de su abuelo.
Hoy mi hijo está entrando en la adolescencia y creo que nunca estuve más feliz y consciente de la importancia de tener una herramienta para acompañarlo en este momento tan especial de su vida (para acompañarlo a el y para cuando me pone a prueba!)

Con EFT tenemos una oportunidad de expresar, de mover las emociones para que no se estanquen adentro ni entre nosotros.
A lo largo de los años con mi hijo fuimos pasando por diferentes etapas: al principio yo guiaba el proceso en su totalidad, luego a medida que fue creciendo fui dándole más autonomía y participación: que el escriba e identifique sus propias «arañas» de emociones… ahora puedo decirle «hijo hacete tapping». Cuando él está sólo o en alguna situación difícil sabe que cuenta con esta herramienta. Una vez se durmió en el colectivo y se despertó a 50 kilómetros de su parada! Se hizo tapping para estar tranquilo y poder resolver mejor la situación.

Como mamá me da mucha confianza y seguridad saber que mis hijos cuentan con una herramienta propia para trabajar en su propia tranquilidad y seguridad.

Anoche mi hijo estaba pasando un mal rato. Como ya es adolescente no quiere contarme qué le pasa, y no importa: podemos hacer tapping igual! hicimos media hora de tapping, yo lo fui guiando con las poquitas palabras que si me transmitía, le pedí que imaginara o que él pensara aquello que le estaba haciendo sentir tan mal y trabajamos sobre ello juntos. Cuando se dio cuenta que había liberado su emoción me dio un gran abrazo y se fue a dormir. Listo. Lo movimos. Recuperó su calma.

Me siento tan agradecida de tener esta herramienta en mi vida y haberla transmitido a mi familia.
EFT en la vida familiar trae armonía, respeto, aceptación y la posibilidad de empatizar con nuestros seres queridos y sus procesos personales.

 

En mi familia, EFT es una forma de caminar juntos la vida.