Hace mucho tiempo, casi una vida atrás, cuando todavía era soltera y estaba muy cerca de casarme …estaba muy enojada con el que en ese momento era mi futuro esposo (y hoy mi esposo) …. ¡Tenía una lista de cosas para decirle, quería que ardiera Troya! ¡No me importaba nada, necesitaba sacar eso que sentía que me tenía furiosa! (hoy no me acuerdo qué era, ni cuál había sido la ofensa).

Si me acuerdo el mejor consejo que recibí.

Vino de mi entonces profesora de Yoga y amiga, Irene… Que luego de escuchar todo lo que tenía para decir(le) a mi futuro esposo me dijo…»si no te vas a bancar las consecuencias de lo que le querés decir… No le digas nada»

Y no le dije nada… Y nos casamos…

El mensaje de Irene tiene varios aspectos….

Quizás podría haber encontrado formas de decir lo que pensaba o sentía…ahora que practico EFT tapping, escucha activa y comunicación no violenta seguro tengo herramientas para hablar con empatía sobre mis necesidades… En su momento tenía muchos menos recursos…y lo más inteligente fue callarme.

El mensaje de Irene tiene también una sabiduría que me sorprende, y si bien no me acuerdo el incidente en sí, me acuerdo cada palabra de su mensaje. Ella fue el ángel mensajero de una lección relevante, que hoy aplico cada vez más en lo personal y comparto con mis consultantes y estudiantes…

«No son las elecciones… ¡Son las consecuencias de nuestras decisiones!»

Para hacer o no hacer, para hablar o no hablar, para cambiar o no cambiar…

No pienses solamente en la decisión que tienes que tomar (o que estás esquivando tomar) …. ¡¡Mira un poquito más allá y piensa en las consecuencias de esta decisión!!

Claro que nunca sabremos las consecuencias exactas de nuestras decisiones hasta no haberlas tomado…. Pero si podemos imaginarnos por donde irían… ¡Ya tenemos algo de experiencia en esta vida como para darnos cuenta…!

Si podemos imaginar cómo sienten las posibles consecuencias en nuestro cuerpo…. ¿Me entusiasman o me estresan? ¿Siento que estaré contribuyendo al bienestar, enriqueciendo mi vida y la de los demás? ¿O siento que las consecuencias traen desorden, caos y confusión? ¿Las consecuencias construyen o destruyen?

Si tomo alcohol esta noche…. Es probable que mañana me levante más tarde, más cansada y con menos ganas de trabajar… Si no puedo hacerme cargo de esa consecuencia…. Quizás puedo decidir tomar otra cosa esta noche…

Si elijo serle infiel a mi marido… Es probable que se entere…o que yo comience a desconfiar de él también… Si no me la voy a bancar…

Tenemos un cerebro pensante que registra «memoria a futuro» y que puede discernir entre lo que nos conviene y lo que no… ¡Podemos aprender a tomar decisiones inteligentes!

Preguntarnos … ¿Me conviene tomar alcohol esta noche?  ¿Me conviene serle infiel a mi marido?
Buscamos ser libres para elegir, elijamos sabiendo que no somos libres de las consecuencias de nuestras elecciones.
Toda decisión importa. No hay decisiones chicas o irrelevantes. Toda decisión irradia consecuencias.
Otra pregunta relevante a la hora de tomar una decisión inteligente:
¿Qué necesidad estoy buscando cubrir o satisfacer?
Si no me voy a bancar las consecuencias…. ¿Podría cubrir esa necesidad de otra forma más creativa?

Volviendo al ejemplo

«Tomar alcohol esta noche…»

  • Me conviene si Mañana tengo que dar un curso? NO.
  • Qué necesidad estoy buscando satisfacer? Distenderme un rato…
  • Puedo cubrir esta necesidad de una forma más creativa? Podría salir a caminar, o escuchar un poco de música en silencio…

¡Eso es libertad!

¡Ser libres para tomar decisiones creativas que enriquezcan nuestra vida y contribuyan al mundo con alegría!

Resumiendo: «Las decisiones y sus consecuencias»

  • ¿Cómo se sienten las posibles consecuencias en mi cuerpo?
  • ¿Me conviene?
  • ¿Que necesidad estoy buscando cubrir o satisfacer?
  • ¿Puedo cubrir mi necesidad de una forma más creativa?

¿En qué aspectos de tu vida estás necesitando tomar mejores decisiones?

¿Te animas a probar pensarlas así?

Extra bonus

Cuando completes las preguntas, puedes armar una frase de anclaje que comience así…

  • «Elijo….. Porque…..»
  • «Elijo salir a caminar para distenderme porque elijo comenzar el día con energía»
  • «Elijo serle fiel a mi marido porque elijo construir con confianza cada día»

Repite tu anclaje cada día (o cada vez que necesites recordarte tu elección inteligente) haciendo golpeteos en las mejillas, debajo de la clavícula y debajo del brazo.

Bienvenido al mundo de las consecuencias que enriquecen!