Volvemos a sentir el calor sobre nosotros y dejamos de encogernos para abrirnos a esta nueva oportunidad de sentir desde fuera, exteriorizar lo que va surgiendo y a la vez renutrir nuestras raíces con tierra fresca. Así también es el elemento madera en Feng Shui: aquel que aprovecha lo que nos ha ido dando forma, lo que se ha ido fraguando para ahora salir al exterior.

En el aspecto cromático, a este elemento le corresponden básicamente los tonos verdes (los tonos marrones pertenecen al elemento tierra).
El elemento madera puede estar representado por plantas y por muebles hechos con este material.
El elemento madera es cálido, activo y pragmático, por lo que podemos emplearlo para dar utilidad a las cosas, enseñarnos a vivir y no a quemar los cartuchos de nuestra existencia, darnos un enfoque que no se puede quedar únicamente en ideas, porque a los individuos de tipo madera les gusta participar de primera mano pero sin prisas ni agobios; sin excesos.

La presencia excesiva de madera puede desestabilizar al elemento tierra, y alimentar en exceso al elemento fuego, provocando que se nos escape de las manos lo que en principio tenía una función.
En las casas a menudo los suelos son de madera por lo que este elemento se satura con facilidad y para evitarlo debemos reforzar los colores claros, el metal, los elementos fríos.

Es el calor de la madera el que también se transmite a las cosas que hacemos y que nos permite disfrutar.
Para que la economía, el aprendizaje de la vida, y la comprensión de lo vivido realmente nos sirvan para algo, este elemento debe aparecer pero no debe predominar. Se trata de buscar un equilibrio. Todos los elementos deben estar presentes en un espacio, independientemente de aquel que prevalezca. Los excesos son malos, aun cuando sea precisamente ese elemento el que nos nutra. Todo tiene su justa medida y es conveniente no sobrepasarla so pena de que veamos nuestras fuerzas mermadas y no podamos aprovechar plenamente las oportunidades que se nos brindan.

Cuando pasamos por una etapa en la que tenemos todo, pero las nuevas oportunidades se nos escapan porque las percibimos cuando ya es demasiado tarde, es conveniente comprobar si hay un exceso del elemento madera en nuestro entorno, y reducirlo quitando adornos, plantas, y a veces incluso muebles, para que la vida y nosotros viajemos al mismo compás.