Es común que el Metal se estanque. Nuestra vida nos llena de razones y circunstancias de las que nos arrepentimos, que nos hubiera gustado solucionar de otra forma..situaciones que no podemos soltar y que nos apegan a un pasado que no podemos cambiar… consciente o inconscientemente, todos estos eventos han ido moldeando nuestra autoestima.

El Metal estancado nos conecta con la imagen arquetípica de «La Victima»:

«Pobrecito yo……

…que mis papas se separaron cuando era un niño»

…que mi mama me abandono»

…que siempre tuve que hacerme cargo de todo»

…que nadie me quiere»

…que mi maestro siempre me dijo que era un inútil»

…que tengo esta enfermedad»

 

La lista es larga, y tiene que ver con esas frases que muchas veces utilizamos «a mí, siempre…!», «a mí, nunca…!»

La «víctima», por definición de víctima, se resigna a una realidad que no puede cambiar…»víctima de la vida y de sus circunstancias»

Poder soltar/sanar los principales eventos traumáticos del pasado nos ayuda a reclamar nuestro poder sobre nosotros mismos y sobre nuestro destino.

Aceptar el pasado tal y como sucedió nos libera, nos centra en nuestro presente y pone nuestra mirada en un futuro que podemos construir por nosotros mismos.

 

«A PESAR de que…

… mis papas se separaron cuando era un niño…

…mi mama me abandono…

…siempre tuve que hacerme cargo de todo…

…nadie me quiere…

…mi papa siempre me dijo que era un inútil…

…tengo esta enfermedad…

 

IGUAL

…me amo y me acepto completamente como soy»

…tengo derecho a ser feliz»

…merezco darme una nueva oportunidad»

 

Recién entonces comienza a crecer nuestra autoestima.