Lo dicen las neurociencias.

Entonces…nuestras emociones condicionan nuestros pensamientos, nuestro intelecto, y nuestra capacidad de decidir.
Para tomar mejores decisiones… tenemos que trabajar sobre lo que SENTIMOS! Y SANARLO!
Si toda la vida me sentí abandonado…reacciono al abandono… me vuelvo dependiente, celosa, insegura o mejor me cierro y rechazo y abandono yo también.
Si toda la vida me sentí criticado… reaccionare a la crítica…me vuelo hiper critica e intolerante conmigo misma y con los demás, o no me animo a hacer, para que no me critiquen, o me vuelvo perfeccionista…
Si toda la vida sentí que no era importante para los demás…reaccionare …buscando medallas que prueben lo importante que soy, metiéndome en problemas, o enfermandome a ver si soy lo suficientemente importante para que me cuiden, o ayudando a todo el mundo…para que me necesiten…y probarles lo importante que en realidad soy.

Te suena???

LO QUE SENTIMOS nos condiciona, porque está grabado como MECANISMOS DE DEFENSA en nuestra memoria celular.

Es probable que lo que sentís «desde toda la vida» es en realidad algo que sentiste por primera en algún momento de la niñez. Esto que sentís fue tu PERCEPCIÓN de la realidad de ese momento…vista, por supuesto con los ojos y el entendimiento de un niño. ¡¡Y esta percepción todavía condiciona tu respuesta emocional!! ¿¿¿Podes creerlo???

Por eso es taaaan importante sanar nuestra niñez, y liberar las emociones que nos tienen en jaque todavía hoy. Podemos sentir diferente nuestra historia. Podemos sanar las percepciones que dejaron en nuestra memoria celular.
Si somos seres emocionales que aprendimos a pensar, podemos también aprender a utilizar nuestro intelecto para decidir.

¿Qué emociones te gustaría que sean la base de nuestras decisiones?

¿abandono, miedo, critica, frustración, inseguridad? o ¿confianza, aceptación, orgullo, compasión?

¿Qué emociones te ayudarán a tomar decisiones para sobrevivir?

¿Qué emociones te ayudarán a tomar decisiones para creSER y vivir una vida plena, libre y feliz?