Nuestro niño interior “herido” es esa parte nuestra que todavía no puede confiar, que siente que el mundo es un lugar inseguro, hostil. Nuestro niño interior es un arquetipo que nos conecta a lis miedos y a las inseguridades que sentimos de niños (justificada o injustificadas) cuando nos sentimos desprotegidos, desamparados, rechazados, no queridos o no aceptados. En su momento hicimos una lectura de nuestra realidad y de nuestro mundo y comenzamos a actuar “en consecuencia”.
Todas estas emociones “negativas” fueron desarrollando en nosotros mecanismos de defensa, de protección, comportamientos que adoptamos “para sobrevivir”… y que de alguna manera fueron exitosos…porque sobrevivimos! Aquí estamos! Con esto que llamamos nuestra “personalidad” y que es en realidad la “mascara” o el conjunto de mascaras que fuimos utilizando para protegernos, para cuidar nuestra luz y nuestra esencia.
Sanar nuestro niño interior nos posibilita ver y entender lo que nos toco vivir, por lo que fue. Sin la intensidad emocional que cargamos desde niño. Cuando queremos crecer, no podemos vivir y comportarnos desde “la defensiva”.
“O nos protegemos y cuidamos o nos desarrollamos y crecemos”
Son dos cosas que no podemos hacer a la misma vez, porque implican una química corporal totalmente diferente.
Para crecer es necesario soltar…
…La sensación de que papá me abandono al separarse de mamá
…la sensación de culpa por la separación mis padres
…las burlas de los compañeritos nuevos de 5to grado
…la inseguridad por los maltratos recibidos
…la responsabilidad por las peleas familiares
…el desamor y la falta de cuidados
…el sentir que no me escuchaban o veían porque mis papas trabajaban todo el día
…las miradas de desapruebo de mama
Parece imposible pero no lo es! Las sesiones de sanación emocional nos ayudan precisamente a acceder a nuestra memoria celular y ver cuáles fueron las emociones y los momentos donde fuimos generando las conductas y comportamientos para sobrevivir
Aprendimos a…
…hacer para que me quieran
…no hablar ni discutir para que papa no se enoje
…cuidar de todos porque mama estaba enferma
…no pedir ayuda, porque igual no me la daban
Y aun de adultos, utilizamos lo que aprendimos…aunque quizás ahora nos limite!
A medida que sanamos nuestro niño interior aprendemos a…
…Confiar en nosotros mismos y en lo que sentimos
…Hablar de los que nos pasa
…Decidir por nosotros mismos
…pedir ayuda y delegar
…priorizar nuestras necesidades
Sanar nuestro niño interior nos ayuda a crecer, a madurar y a ser feliz.
Estas listo para sanar?
Te animas a probar una sesión de sanación emocional?
O veni al retiro!! “Sanando el niño interior”. Lo doy dos veces al anho, en julio y enero.